miércoles, 15 de febrero de 2012

Uso de consulta previa en Canadá demostró que instrumento fortalece la inversión, señalan

Lima, feb. 14. La aplicación de la Ley de Consulta Previa en Canadá demostró que es un mecanismo que lejos de perjudicar a la inversión la fortalece y por ello las empresas la prefieren, afirmó Jay Hartling, directora de consulta previa de la provincia de Nueva Escocia, en ese país.

Indicó que cada año se realizan numerosas consultas a los pueblos nativos sobre diversos proyectos extractivos y medioambientales, sin afectar el flujo de inversiones.

Mencionó que las empresas han incorporado la consulta previa a su proceso regular de inversión, no solo porque les interesa tener una buena relación con la comunidad indígena, sino que es garantía de que el proyecto no será detenido, con la pérdida económica que ello implica.

“En mi país tenemos un dicho, consultar o pagar, y por supuesto, las empresas prefieren consultar”, afirmó Hartling, quien recordó que varias compañías han perdido mucho dinero en el pasado, porque el tribunal ordenó paralizar el proyecto, precisamente por la falta de consulta.

La funcionaria canadiense, que estuvo en Lima para participar en un taller sobre este tema, contó que la consulta no es veto ni consentimiento, pero siempre plantea el reto de lograr un consenso al final, que haga viable el proyecto.

“Por supuesto, hay consultas que han sido negativas, pero no muchas, y eso se debe en gran parte a que las comunidades indígenas no se oponen al desarrollo, sino que lo que buscan es mitigar los impactos, e involucrarse en el proyecto”, afirmó.

Sobre el rol de las ONG ambientalistas en este proceso, dijo que como ocurre también en el Perú, tienen un rol muy activo, pueden asesorar a las comunidades, pero lo que no pueden es ser parte de la consulta.

“La consulta es con los grupos indígenas, no incluyen a las ONG, ellas pueden ser asesores si quieren, pero no están permitidos en las salas de consulta porque es directamente la relación entre el gobierno y el grupo indígena”, señaló.

Hartling informó que en la provincia canadiense de Nueva Escocia, el año pasado se realizaron 150 de estos sondeos.

Mencionó que, al igual que en Perú, el debate sobre agua o minería también se da en Canadá y, por eso, los estudios de impacto ambiental son muy técnicos, sobre si habrá o no consecuencias, y cuáles son las soluciones.
Fuente: Tomado de http://www.andina.com.pe/

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