martes, 13 de marzo de 2012

Arequipa: Reserva de Salinas y Aguada Blanca alberga 8 mil vicuñas


Zona intangible es principal productora de fibra de este camélido. Representa también potencial sistema hídrico de la ciudad de Arequipa



Foto: vicuñas en la Reserva Nacional de Aguada Blanca-Salinas
Autora: Marta Leonor Vidal García

Arequipa,12 de marzo 2012. El número de vicuñas se ha incrementado a 8 mil especies en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB), que comparten las regiones de Arequipa y Moquegua, convirtiendo a esta zona declarada intangible, por su riqueza en flora y fauna, en la principal productora de fibra de este camélido.

"Ahora generamos cerca del 70 por ciento de la producción de fibra de vicuña de toda la región Arequipa", remarca Arturo Cornejo, responsable de dicha reserva nacional, creada en 1979 para recuperar –como primer objetivo– las poblaciones de vicuñas diezmadas por la cacería furtiva.
En ese contexto, el biólogo precisó al Diario Oficial El Peruano que en 1980 uno de los primeros censos nacionales arrojó que en la reserva existían aproximadamente 1,300 vicuñas y esa cifra no creció hasta 2000. Ese año, una nueva encuesta registró alrededor de 1,370 animales.
El progresivo aumento de esta especie lo adjudica el experto al trabajo conjunto, desde hace más de diez años, del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), del desactivado Consejo Nacional de Camélidos Sudamericanos, y de los pobladores locales.
Mencionó también como uno de los principales factores el mejoramiento de los sistemas de control y vigilancia, que se consolidaron a través de los guardaparques del Sernanp,  con el apoyo de los 15 comités de manejo de vicuña.

Sistema de vigilancia
Añadió que a los guardaparques se les capacita y  proporciona equipamiento y uniformes para que sean más eficientes en la captura y esquila de vicuñas, lo que contribuyó al incremento de la producción y beneficios para la economía de los campesinos, así como al mejoramiento de pasturas para los camélidos silvestres.
Cornejo hizo hincapié en que la cacería furtiva disminuyó porque funcionó el sistema de vigilancia y control. Como ejemplo, citó que los guardaparques lograron capturar a los autores de la matanza de 15 vicuñas, a los cuales se les decomisó las pieles, armamentos y  municiones.
Refirió que gracias al trabajo coordinado con la Fiscalía de Asuntos Ambientales de Arequipa, se logró que los cazadores permanezcan en la cárcel durante nueve meses para las investigaciones del caso, y en diciembre del año pasado se dictó sentencia.
"El juez dictó una condena de cuatro años de cárcel efectiva para el cabecilla de la banda y cuatro años de prisión suspendida para los otros dos miembros de la organización delincuencial. Dispuso el  pago de una reparación civil de 40 mil dólares, según la valoración del animal (fibra, valor ecológico y reproductivo)."

Reforestación de la queñua
En cuanto al programa de reforestación de la especie queñua, en la ladera del nevado arequipeño Chachani, a 3 mil 600 metros de altitud, el experto refirió que  se ha cumplido la meta de plantar el arbusto a lo largo de 60 hectáreas.
Agregó que en este quinquenio se continuará con esta acción, para recuperar los bosques que comprendían el Chachani, y mantener su diversidad biológica.
Cornejo subrayó, igualmente, que en la Reserva de Salinas y Aguada Blanca, que protege gran parte del río Chili, se encuentra el 80 por ciento de todo el sistema de regulación hídrica que abastece de agua a la ciudad de Arequipa y alrededores, para las actividades de agricultura, comercio e, incluso, minera.
"En los últimos cinco años, trabajamos construyendo pequeños embalses en áreas estratégicas para retener el agua de las lluvias que no se almacena en las represas grandes. El  fin es recuperar los acuíferos –depósitos subterráneo de agua–, así como la cobertura vegetal", acotó el funcionario.
A la fecha cuentan con alrededor de 25 micropresas construidas, y almacenan un poco más de dos millones de metros cúbicos de agua.
En una primera etapa, el trabajo se ha desarrollado con financiamiento del Banco Mundial (BM), a través del Fondo de Promoción de las Áreas Protegidas (Profonanpe), además de la inversión de la ONG Desco.  El monto asciende a más de un millón y medio de dólares.

Costo
El precio de venta de la fibra de vicuña es variable. En los mejores momentos llegó a cerca de 850 dólares por kilo, pero en 2010 -porque el año pasado no se vendió- alcanzó los 415 dólares el kilo de fibra sucia, dio a conocer Cornejo.
Este año, los comités de manejo de vicuñas conformaron  la Asociación de criadores de esta especie, así como de guanacos, y realizan una intensa labor para llegar a vender la fibra en aproximadamente 600 dólares el kilo.
La fibra de vicuña  se comercializa en el país a través de varias empresas, que la venden como prendas, sobre todo a Europa.
 
Fuente: Nota tomada de www.elperuano.com.pe
 

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